miércoles, 29 de enero de 2014

Condones: DIEZ anuncios muy bestias

Los preservativos o las compresas son a la publicidad lo que Ibáñez Serrador a los programas de entretenimiento, muy agradecidos. Y puestos a analizar el asunto, tampoco debe ser tarea fácil para la agencia dar con la fórmula ideal, con emisión programada en cualquier horario y que, aunque tenga como fin dar a conocer un producto de uso estrictamente íntimo -dejando a parte el porno y otras prácticas poco ortodoxas- lo haga de la forma más atractiva posible. El trabajo de promocionar el uso del preservativo y permitánme un verbo muy apropiado a la par de incómodo, corre de cuenta del ministerio de Sanidad mientras que anunciar las excitantes, fastuosas y prodigiosas características del latex es misión del agente y la marca que son, al fin y al cabo, los que se embolsan los beneficios (económicos).

Anuncios de condones hay muchos, han evolucionado desde lo más liviano a lo más atrevido. Pero, en ese proceso de adaptación, las marcas se permitieron la licencia del humor. Entonces surgieron los comerciales divertidos y entre ellos, los más bestias. Unos más explícitos, otros más toscos pero al fin y al cabo sorprendentes. Y esta vez, cual lista de radiofórmula de éxito, empezamos por el final para terminar con el más bruto.

10. Trojan

¿Quién dijo que las chicas en los anuncios de preservativos siempre son guapas y sexys?. A los señores de Trojan se les ocurrió romper con el tópico y presentarlas tal cual, si, bellas y fantásticas pero con accesorios bastante vomitivos capaces de romper cualquier delirio sexual preliminar; eso si, nada que no solucione el uso del condon. Y lo que viene a advertir el comercial no es otra cosa que los efectos negativos que puede conllevar no utilizarlo. Hasta en los lugares menos insospechados y con las chicas más encantadoras puedes pillar desde la ganorrea a infinidad de enfermedades de transmisión sexual. A continuación un ejemplo de todo menos sensiblero.

9. Trust

No era mi intención caer en tópicos pero no podía prescindir del siguiente. Anuncio sugerente donde los haya que pone todo el peso en la comunicación no verbal. Hasta aquí todo bien, muy visual, que para eso estamos viendo la tele pero con un gran detalle, eso que tantas veces se magnifica en el sexo y que nadie puede evitar. Lo pequeño se hace grande y un día soleado termina en tormenta. Como la vida misma.



8. Trojan magnum 

Y en el sexo, como en tantas otras cosas, pero sobre todo, insisto, en lo que a cuestiones amatorias se refiere y más aún con los atributos -mayormente masculinos- otro topicazo, porque se dice o se espera más de lo que realmente hay. Y como los estadounidenses sueñan con bebidas, hamburguesas y mansiones XXL, en esto no iban a ser menos. No obstante, cuidado, a veces no es tan guapo el principe como lo soñamos y si no que se lo digan a la chata de este anuncio. Atención a los gestos de lujuria, no tienen desperdicio.




7. Durex

Y llegamos al comercial cuyo argumento podría trasladarse al de una clase de educación sexual para niños si le cambiamos la música y el escenario. Cuando los millones de espermatozoides se preparan para la batalla solo una super frontera transparente puede detenerlos. Pobres, con lo bien alimentados que se les ve. Advertencia: después de ver a tal pelotón a más de uno puede pesarle la entrepierna.




 
6. Tulipán

La orientación sexual también es un tabú en la publicidad de preservativos. Porque como en tantas y tantas cosas, todos somos muy tolerantes hasta que se trata el tema de la homosexualidad en el catre. Entonces al público le da cosilla; más o menos lo que le pasa a este padre con las preferencias juguetiles de su hijo. Y por fin, en lo que llevamos de lista -y estamos casi en el ecuador- alguien se digna a tocar el tema.






   
5. Campaña prevención del Sida en Francia

El siguiente vídeo es una campaña dirigida a prevenir la transmisión del Sida entre los jóvenes. Anuncio bastante explícito de animación en los baños de un instituto. ¿Quién no ha leído -o escrito- alguna guarrada en la puerta de un baño público?. Los creadores de esta campaña dieron vida a todas esas ideas desproporcionadas que habitan en las baldosas y puertas de centros escolares para advertir de la importancia de la profilaxis.





4. Hansaplast 

Matrimonios con hijos, niños desvelados y noches de lujuria no parecen compatibles pero, irremediablemente, deben serlo.  Comercial recomendado para aquellos padres que subestiman a sus retoños y los imaginan dormiditos con los puños cerrados; que sepan que los vocablos que sueltan en el climax son registrados por pequeños espias insomnes. 'Mi mama dice que si puedo'. Angelitos.





3. Durex 

Y ya en la traca final, la ruda creatividad del publicitario va subiendo de nivel. En España tenemos unos cuantos mitos sexuales en lo que se refiere a profesiones -masculinas, para no variar-. El butanero que llega con su bombona bien cargada, el bombero y su larga y potente manguera o el fontanero con sus llaves mágicas y posturas insinuantes. Fuera de nuestras fronteras los lecheros deben ser unos cracks.






2. Glyde

Si pensába que lo había visto todo, está equivocado y si quiere comprobar hasta dónde es capaz de llegar la resistencia del latex, aquí tiene la prueba. Lo más destroyer del sexo, lo más experimentado, ¿lo más salvaje?; si el fisting es su credo Glyde es tu condon, lo aguanta todo. Caballero, regalela flores, un buen vino y vaya preparándose que esta noche hay sorpresa.




 
1. One Pound Johnny Club

Quizás a Lars Von Trier este comercial le sirvió de idea para la promo de Nymphomaniac, o igual no; tenemos cierta costumbre de ver castos primeros planos de caras orgasmizadas. He tenido serias dudas entre el puesto número dos y el uno pero digamos que el de Johnny Club tiene un desenlace tan inesperado como desternillante. Ralentizar la imagen en la cumbre del acto nos descubre gestos boquiabiertos, extasiados, desencajados, delirantes, hasta sacros. Y no, terminar con la cara hecha un cristo no es la culminación con final feliz por mucho que el cine X se empeñe. O si no que se lo pregunten a estos. 






 
La conclusión de todo lo anterior es que cuando el sexo está por el medio la publicidad puede permitirse ser informativa, divulgativa, preventiva y por qué no, divertida. Y pensar que buena parte de todas estas proezas de la publicidad empezaron con el "póntelo, pónselo".

Sherlock: DIEZ razones por las que no puedes dejar de verla


No sé a ustedes pero a mi esto de los clásicos reconvertidos me da un poco de miedito. Por alguna razón, siempre desconfiamos de que algo que  ha logrado  mantenerse en la memoria del público -llámense lectores, espectadores (...)- con el paso del tiempo entre multitud de obras pueda ser aceptable cuando algún valiente -para bien o para mal- se decide a adaptarlo. Si echamos la vista atras podemos encontrarnos de todo. En lo que a series se refiere, Las chicas de oro fue uno de esos intentos que, a paesar del elenco con el que contó se quedó en una caída de bruces. Y mejor no hablamos de otras como El coche fantástico o Sensación de vivir, que mejor se las hubieran ahorrado.


A Sherlock lo hemos visto en serie animada, también con reparto de carne y hueso años atrás así que ofrecer un poco más de lo mismo no hubiera sido ni eficaz ni inteligente, o al menos no lo suficiente. Y como el señor Holmes es un cerebro privilegiado su nuevo padre adoptivo no podía hacerle un flaco favor y se curró una serie para la BBC que ha conseguido arrastrar a más de nueve millones de espectadores. Y oye, aprovechando que la obra ya carece de derechos de autor, era una oportunidad de difícil rechazo, que aunque pueda parecer frio, también es un aliciente con los tiempos que corren. A continuación una lista con DIEZ motivos por los que no deberían perdérsela:
1. Sherlock
Ese detective estiradillo, hombre de costumbres y freak de su época es en la versión de Moffat un trinteañero perspicaz de mente privilegiada, extravagante en sociedad y extraordinariamente interpretado por Benedict Cumberbatch. Y es que ese magnetismo del actor del que tanto se habla es palpable a través de la pantalla y se funde a la perfección con la hierática atmósfera londinense. Infinitivamente mejor que Robert Downey Jr, nada que ver. Después de ver la serie será complicado poder imaginarse a otro actor que encaje como lo hace el Khan de Star Treck. 

 
2. Watson 
Yo guardo un recuerdo tierno y simpático del señor bajito que acompañaba a Holmes en sus investigaciones. Pues Martin Freeman, el adorable hobbit de El Señor de los Anillos, es una especie de calcomanía del personaje de Conan Doyle porque incluso cuando Holmes le saca de quicio sigue siendo un caballero muy abrazable. Es el punto de inflexión del detective y no podría haber Sherlock sin John ni trama sin su presencia.



3. La serie no pierde la esencia de Conan Doyle
Como adelantábamos más arriba, la producción se luce en el Londres que el novelista describía en sus libros aunque el que se escenifique sea el de la época actual. Las calles, las casas, incluso la casera de Holmes puede permitirse el rulo y la bata de toda la vida sin que ello signifique deshubicarla del mítico 221 de Baker Street.



 
4. Las tramas son densas pero no interminables
Vale que en esto puede influir que los capítulos tengan la extensión de un filme y que las temporadas se concentren en a penas tres capítulos pero la red en cada episodio se estira sola y consigue que el espectador quiera tensarla más y más sin que llegue a romperse.  No voy a decir eso de 'te quedas con ganas de más' pero vaya, que te engancha cual droga, pero buena.




5. Ofrece personajes secundarios interesantes
Empezando por el que bien podríamos apodar como Moriarty "el cabrón" -sobrenombre que en España nos resulta tan funestamente familiar-, la esposa de John y su desdoblamiento de personalidad, los padres de Holmes conscientes de las rarezas de su pipiolo que nos recuerdan de vez en cuando que el detective no deja de ser un joven con inquietudes poco comunes de su generación. Todos los que acompañan a los detectives o pasan ocasionalmente por la serie acaban teniendo cierto peso en el argumento.



6. Es muy british pero no cae en tópicos
Porque está rodada en Londres, sus calles, su clima, la atmósfera, los tonos grises, las pieles pálidas, los ojos claros y porque no es nada banal. Tampoco ofrece el típico humor inglés. Sherlock tiene su propio ingenio, el que le hace único, sea británico o africano. Y, curiosamente, no dice esa frase con la que siempre se le identifica, 'elemental, querido Watson', o al menos yo no la he escuchado aún, que alguien me corrija si no es así.



7. No obvia las relaciones personales de los protagonistas
Es un aspecto que va dilantándose conforme avanza la serie y que se acentúa cuando John se casa. Los personajes se humanizan y sus propios conflictos van tomando importancia en el desarrollo del guión. Aunque Sherlock no parezca persona dada a las amistades que no sean la de Watson, es capaz de involucrarse en un nido de yonkis y hasta echarse novia.



8. Porque es dinámica y sorprendente
No es lenta, tampoco rápida, pero mantiene un equilibrio que la hace enérgica. También es inesperada, como toda serie que quiera hacer cosquillas al público. Tiene la capacidad de dejarte con la boca abierta cuando menos te lo esperas y de llevarte a la cama con la sospecha bajo la almohada.




9. Porque no es imprescindible que hayas leído los libros
A mi el tema literario con las adaptaciones me obsesiona porque la impaciencia me puede y no suelo aguantar. Este caso es diferente, quien más o quien menos ha visto alguna adaptación de las historias de Holmes por lo que tenemos una idea general del argumento y no es preciso haber leido las novelas. Ojo, no digo que estas no sean importantes, que lo son, de ellas salió todo pero buena parte de la información está en la serie. En cualquier caso recuerden, se trata de una adaptación moderna.





10. Porque si te gusta el té, ahora te gustará aún más
No hay que olvidarse del dopping inglés por excelencia. Ni Sherlock ni Watson levantan el dedito al beber de la taza y optan por la versión para llevar en vaso de papel porque recuerden, los crímenes no pueden esperar. Pero el té es algo muy inglés y que algunos preferimos al café. Así que si cuando vayan a hacer la compra y vean una marca británica de té, con su distintivo  y mensaje en inglés, no podrán dejarla fuera de su carrito. Larga vida a Sherlock.



 

sábado, 25 de enero de 2014

Tots volem el millor per a ella

Título: Tots volem el millor per ella
Año: 2013
Duración: 120m
País: España
Director: Mar Coll
Guión: Mar Coll y Valentina Viso
Producción:Escándalo Films, ICEC, TV3
Género: Drama

Todo el que ha conseguido sobrevivir tras tropezar con un bache, una piedra gorda o un hoyo más o menos profundo en la cama de un hospital sabe que el camino que viene después no es fácil de recorrer. El esfuerzo, querer recuperarse y el apoyo de los que te rodean son piezas fundamentales para volver a reconstruirte. Sin embargo a veces algo en nuestras cabezas nos impide enfrentarnos con ese desafio y el dolor y la debilidad puede con nosotros. Algo así le ocurre a la protagonista de Tots volem el millor per a ella




Mar Coll construye un relato alrededor de Geni, una abogada de clase acomodada que, tras sufrir un accidente de tráfico en el que resulta gravemente herida, ve como su vida cotidiana se vuelve un cúmulo de dificultades, limitaciones e inseguridades. Traumatizada por los obstáculos que le suponen su inestabilidad emocional y una marcada cojera decide hacer frente a una nueva vida llena de adversidades. El reencuentro con una vieja amiga del colegio y el apoyo fallido de su familia empujan a Geni a reactivar de nuevo su vida.



Todos queremos lo mejor para ella es un monólogo sensible e intrínseco rodeado de participantes cercanos a una realidad presente pero lejana. La trama se recrea en el sentir y la inquietud de Geni con su presente, con las consecuencias del accidente sin a penas hablar de él. Sabemos que la letrada ha sufrido un accidente por intuición al verla en la consulta de un médico y por una conversación que mantiene con su antigua compañera de estudios en la que reconoce haber estado al borde la muerte. Coll aleja la morbosidad del suceso para adentrarse en la intimidad de la víctima de unas secuelas que le abren los ojos frente a un matrimonio lleno de altibajos ocultos, una familia inestable y un futuro borroso.


Las sensaciones que provoca el relato varian entre el dolor por las circunstancias ajenas y la indulgencia por un personaje, incapaz de dar un paso adelante, absorvido por sus propios demonios, querido por los suyos pero temiblemente socorrido e incomprendido. Geni no puede retomar su vida anterior porque para ella ha perdido interés; sin embargo todos sus esfuerzos por intentar explicar su nueva situación, sus proyectos y lo que para ella son parte de su nuevo futuro fracasan.



Con un ritmo tremendamente intimista, Nora Navas da vida al personaje en un devenir de escenarios urbanos incómodos para una coja, una casa sin espíritu con un marido servicial pero pasionalmente desinteresado y una familia anclada en las costumbres y debilitida por la ausencia de la madre. Una producción ajustada a la atmósfera reducida e introvertida de Geni en un paseo de planos en los que somos incapaces de recordar nada que no incluya a Navas arrastrándose a duras penas por su propia realidad.



En lo que se refiere al guión, la historia cuenta con dos giros importantes. Uno en el que Geni decide acudir a una fiesta de antiguos alumnos tras su reencuentro con Mariana y otro en el que escapa de la casa familiar conduciendo por unas carreteras montañosas sin temor enfrentándose por fin a sus miedos. Y aunque la diferencia de metraje de un viraje a otro es quizás algo excesiva resulta un plazo más o menos razonable para reposar un dramatismo magistralmente interpretado por Navas.



La cinta de Coll, encargada de inaugurar Seminci 2013, opta al Goya 2014 a la mejor interpretación femenina protagonista para Nora Navas que ya cuenta con una estatuilla por su papel en Pa Negre. Tots volem el millor per a ella forma parte de la programación de enero del cine club Utiye iniciada por la trilogía de Ulrich Seidl, Paraiso: Amor, Fé y Esperanz.