domingo, 9 de febrero de 2014

Ver películas y series en versión original: ¿acierto o imprudencia?

España no es un país acostumbrado a consumir versiones originales. Bien sea por la guerra interna de lenguas locales que sufrimos bien porque somos muy cerrados de miras; la televisión y el cine en versión original nos da calambre. La crisis y el éxodo masivo a otros países como Reino Unido o Alemania y la importancia expresa del conocimiento idomático ha suavizado la situación y parece que nos cuesta menos adaptarnos. Y no es esto lo que me cabrea, que también, pero no en la misma medida en que no defendemos nuestra lengua. Porque si, seremos unos garrulos en tierra hostil pero nuestra lengua es la mejor, vamos, ¡dónde va a parar!. No comments!.


En resumen, lo nuestro no tiene remedio. No obstante, los que continuamos emperrados en aprender idiomas -o dominarlos de una puñetera vez tras años y años de escuela- caemos en la cuenta de esa señal oscilante que nos recuerda el nivel que tenemos cuando nos ponemos delante de una versión original. Entonces empezamos a darle vueltas al asunto: ¿será buena idea?, ¿me desanimaré?, ¿voy a digerirlo o me dará ardor de estómago?. Llegados al punto de atrevimiento nos podemos encontrar de todo, desde no entender ni jota a maldecir todo lo desaprendido hasta el momento; pero si os habéis propuesto emprender la ruta del aprendizaje voluntario, enhorabuena, lo importante es echarle un par de oidos. Come on!



Problemas

El primer problema que se nos presenta es el objeto en cuestión: ¿Qué vemos?. En este sentido tenemos un sin fin de propuestas, empezando por las que nos ofrece la televisión por cable, el satélite o el poder de decisión que nos otorga internet. Podemos ver programas, informativos, tertulias y toda la parrilla si queremos pero ¿de verdad nos interesa ver ese tipo de programación?. Si la respuesta es afirmativa, felicidades, tienes mil y una oportunidades para plantearte un objetivo pero si no, que será lo más probable, atento y mejor deja el zapping para la tv en español. You must focus my friend.


Debemos elegir el qué, cómo y cúando verlo. El horario y el tema son cruciales, pues lo que no podemos hacer es ver televisión en otro idioma mientras comemos, conversamos o nos quedamos fritos en el sofá. Error. No, eso no es intentar aprender, es perder el tiempo. Mi experiencia personal hasta el momento me ha enseñado que el lugar, el ambiente y el horario en el que se ven es crucial. Por lo tanto, ver una película en versión original en una sala de cine es la mejor idea. La sugestión y los gustos personales son  importantes por no decir decisivos. También lo es el entorno. La magia del cine no es sólo la que consiguen 24 fotogramas por segundo sino una gran pantalla, la oscuridad y la capacidad de concentrar todos nuestros sentidos en el visionado de lo que hayamos elegido ver. Let's magic!


El nivel de idioma también es determinante. Si acabas de despegar quizás sea algo precipitado pero si tus conocimientos se encuentran entre el medio y lo avanzado, puedes permitírtelo. En contra de lo que algunos piensen, creo que ver una película o serie con lo básico es una de esas imprudencias que avisábamos en el título. Mejor espera, deja la televisión o el cine y empieza por los audios adaptados a tu nivel. No son tan interesantes pero te ayudarán a empezar. Be careful, you're crashing!.


El tipo de inglés -dialecto y dicción- también juega una pieza más o menos molesta. No habla igual  un inglés que un irlandés, un escocés, un estadounidense o un australiano. Sin embargo, aunque pensemos que las cintas inglesas son piezas seguras, cuidado, hay otros factores como: la vocalización de cada actor, la rapidez de los diálogos, sin contar con las tramas que son, en definitiva, lo que buscamos entender; debemos ser capaces de seguirlas o al menos quedarnos con la información suficiente de estas. Los documentales pueden ser un buen comienzo si lo anterior nos parece demasiado. Así que antes de tirarse a la piscina de cabeza debemos ser prudentes y calcular los metros que vamos a traspasar. Lo más conveniente será dejar el salto mortal para más adelante. Las lesiones en la autoestima son de lenta recuperación. Be water my friend!.
 

Ventajas

Si pensáis que los obstáculos son más que las virtudes, estáis equivocados. Entre ellas no solo están las de aprender otro idioma también está la de ver películas o series en su formato íntegro y disfrutar de la interpretación ininterrumpida del actor o de los sonidos de escena; en conjunto podríamos hablar de una ambientación y una calidad extra que pierden muchas versiones dobladas. Por otro lado también tenemos un mayor acceso a títulos que se quedan fuera del circuito comercial. Para ello tendremos que recurrir a cine clubs, festivales o muestras con versiones subtituladas o descargarlas y buscar el fichero con los subtítulos en el idioma que elijamos. Internet is the solution!.



Otra idea y la más pedagógica de todas es la de ver películas adaptadas al aprendizaje, como las que edita Speak Up. Esta revista, además de incluir el DVD del film, adecua los textos y ejercicios a los diferentes niveles de inglés (B1, B2, C1). La pega en este caso son los gustos personales por las películas que publica; no obstante la revista cuenta con infinidad de títulos, eso y el precio de la publicación (17.95 euros) que no es disparatado pero no deja de parecer caro para tratarse de una revista. Suscribirse, como en todo este tipo de publicaciones, es la opción más económica. Sin olvidarnos de las bibliotecas, que almacenan todas las colecciones y podemos sacarles provecho de manera gratuita. No excuses!.


En definitiva, ¿debemos arriesgarnos?. Si, sin duda. Muchas veces creemos que no llegaremos y lo hacemos, otras estamos seguros de que si y el castañazo nos ayuda a buscar soluciones y mejorar el idioma. Sin embargo no debemos exigirnos demasiado, al menos al principio. El léxico es un punto que se nos vendrá en contra. Pensar que el castellano incorpora anualmente un mínimo de 20 palabras nuevas; el resto de los idiomas no van a ser menos. Aunque los problemas más o menos considerables con el vocabulario pueden darse en películas que hablen de medicina, de derecho o de temas muy concretos y solo en algunos casos, el resto están rodadas para el gran público y no son tan enrevesadas, o lo que es lo mismo, no utilizan palabras de otro planeta que no sea el nuestro. No problem!.


Otro consejo es que os aliéis con las teclas pause, rewind y play. Porque no solo se trata de escuchar y leer; tened en cuenta que estamos viendo algo con un comienzo, un nudo y un desenlace y debemos entender el máximo de lo que vemos, recopilar la información y darle sentido. Tardaremos más de lo habitual pero recordar que el propósito es aprender, necesitamos tiempo, unos más y otros menos. Keep calm and learn languages!.


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